Organización y movilización del voto

México, siglo xix

En el México decimonónico los comicios se llevaron a cabo con relativa regularidad a lo largo y ancho del país. Más aún, hubo momentos de auténtica movilización popular en torno a las urnas: así ocurrió en algunas elecciones de la década de 1820 y de nueva cuenta en los procesos electorales de fin de siglo. En general, quienes votaban, numerosos o no, acudían a las casillas de manera organizada, no individual. Cabe preguntarse, entonces, ¿Quién organizaba el voto? E inmediatamente surge otra pregunta: ¿cómo era posible movilizar a los votantes? Podemos asumir, con Antonio Annino, que las elecciones se realizaban sobre la base profunda de redes sociales tradicionales. Parece necesario, sin embargo, ensayar un análisis que clarifique quiénes y de qué manera organizaban el voto en el XIX mexicano, así como de los cambios que estas prácticas pudieron haber experimentado.

¿Qué relevancia tuvieron las logias, facciones, partidos y clubes electorales que surgieron a lo largo del siglo XIX mexicano para la movilización del voto y, acaso, para la edificación de una ciudadanía entendida cada vez más como ejercicio individual y autónomo de derechos políticos? ¿Prevalecieron en todo momento y lugar los lazos tradicionales como formas de movilización del voto? ¿Fue esa prevalencia la que detuvo la adopción del voto directo a nivel federal en 1856-57? ¿Las campañas contra la abstención electoral y las labores mismas de organización del voto no abrieron acaso algunas puertas a un proceso de construcción ciudadana? Estamos interesados en el análisis de las relaciones que pudieron haberse establecido entre la construcción de una ciudadanía y la movilización del voto durante el siglo XIX mexicano.​

Integrantes:

  • Diana Birrichaga